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Las cicatrices coinciden con sus testimonios: las evaluaciones médicas de los solicitantes de asilo corroboran la violencia y la persecución

Una nueva investigación de Physicians for Human Rights (PHR) encuentra una fuerte consistencia entre la evidencia médica y los testimonios de violencia en México y Centroamérica, y llama la atención sobre como las políticas estadounidenses pueden agravar el trauma de los solicitantes de asilo.

“Tenía moretones en los hombros donde me sujetaron”.

“Estoy tan angustiada que no concentro en nada, casi me desmayo. Me duele mucho el cerebro”.

“Si piso suelo hondureño, nos matarán. Y no les importará que tenga un hijo”.

Decenas de miles de solicitantes de asilo de México y Centroamérica esperan en la frontera entre EE.UU. y México, muchos de ellos con testimonios desgarradores de la violencia generalizada, tales como agresiones físicas, amenazas, extorsión, asesinatos, reclutamiento forzado de pandillas, así como violencia sexual y doméstica.

En un nuevo informe que suma evidencia médica al debate sobre el asilo, los médicos de Physicians for Human Rights (PHR) realizaron evaluaciones clínicas de adultos, niños y niñas que esperaban en Tijuana, México, para solicitar protección en los EE.UU. Estos médicos expertos documentaron la evidencia física y psicológica de esta violencia, que quedó corroborada de forma consistente con los testimonios de persecución de los solicitantes de asilo. El informe también detalla cómo las recientes políticas restrictivas de asilo de los EE.UU. obstaculizan el derecho a solicitar asilo y exponen a los solicitantes a situaciones donde podrían ocasionarles más traumas.

Si bien no pretende ser una muestra representativa, estos hallazgos brindan una instantánea única de las vidas de los solicitantes de asilo, por qué emprendieron difíciles viajes para buscar protección y los impactos en la salud física y mental del trauma que vivieron. El informe proporciona exámenes detallados de los casos de 18 solicitantes de asilo (15 adultos y tres niños) de El Salvador, Honduras, México y Nicaragua que huyeron de la violencia severa en sus países de origen, incluidos:

  • Amenazas, coerción, agresiones físicas, secuestros y asesinatos, reportados por cada hombre joven entrevistado como tácticas de reclutamiento para unirse a pandillas;
  • Violencia doméstica y agresiones sexuales contra mujeres por parte de pandilleros y fuerzas policiales por igual;
  • Violencia dirigida basada en identidad sexual, posiciones políticas y ocupación;
  • Trastorno de estrés postraumático (TEPT), identificado entre 12 de los 15 adultos y dos de los tres niños entrevistados;
  • La impunidad desenfrenada y la falta de apoyo, dejando a muchos sin otra opción que huir.

“Hemos documentado severos traumas físicos y psicológicos de la violencia vivida por estos solicitantes de asilo”, dijo Tamaryn Nelson, investigadora sénior de PHR y coautora del informe. “Esta nueva evidencia médica subraya la profunda necesidad de un sistema de asilo seguro, justo y humano en los Estados Unidos”.

“Estos casos documentan los muchos tipos de violencia que obligan familias enteras a huir de sus países de origen y buscar refugio en los EE.UU.”, dijo Nelson. “Nuestros hallazgos indican que estos solicitantes de asilo tienen bases sólidas para solicitar asilo en los EE.UU., y que podrían enfrentar  más persecución si se les obliga a regresar a sus países de origen. Esta evidencia médica refuta directamente las muchas afirmaciones infundadas y dañinas del presidente Trump sobre los solicitantes de asilo”.

Durante más de 30 años, los expertos de Physicians for Human Rights (PHR) han proporcionado evaluaciones forenses para los solicitantes de asilo que buscan protección en los EE.UU., basándose en el estándar internacional para documentar la tortura y los malos tratos conocido como el Protocolo de Estambul. Para esta investigación, PHR utilizó una herramienta de evaluación clínica que consta de tres partes: una entrevista semi-estructurada que documenta los eventos que llevaron a la persona a buscar asilo; un examen físico de lesiones reportadas y registros médicos; y herramientas de detección psicológica validadas independientemente para TEPT y depresión. Las evaluaciones clínicas fueron realizadas por seis expertos médicos capacitados por PHR (para más información sobre la metodología de PHR, consulte la página tres del informe).

“Como médico, estoy alarmado por la crisis de salud pública y derechos humanos en la frontera entre EE.UU. y México”, afirmó Adam Richards, médico, investigador, experto en salud pública, profesor asistente de la División General de Medicina Interna e Investigación en Servicios de Salud de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y uno de los médicos que realizó evaluaciones clínicas para el informe. “Los impactos adversos en la salud física y mental de la preocupante violencia en México y América Central son claros. Catorce de los 18 solicitantes de asilo que entrevistamos dieron positivo en exámenes para identificar trastorno de estrés postraumático (TEPT), y la mayoría sufría de síntomas de depresión frecuente y trastornos de ansiedad”.

El informe también demuestra que las políticas restrictivas de asilo de los EE.UU. han dejado varados a los solicitantes de asilo en México, posiblemente exponiéndolos a más traumas. Por ejemplo, la práctica de la “medición”, que restringe el numero de solicitantes de asilo que pueden ser procesados ​por día en un puerto de entrada de EE.UU., está creando cuellos de botella y bloqueando el acceso oportuno a la protección. Los MPP, una política conocida como “Permanecer en México”, obligan a los solicitantes a esperar el procesamiento de sus peticiones en México, dejándolos expuestos a más violencia y sin acceso a asistencia jurídica adecuada. Finalmente, la Regla de Asilo de los Terceros Países requiere que los solicitantes de asilo pidan (sin éxito) protección en un país por donde hayan transitado antes de acceder al sistema de asilo en los EE.UU. En la practica, esta política prohíbe casi por completo el asilo para solicitantes de El Salvador, Honduras, Nicaragua y otros países, que llegan a la frontera entre EE.UU. y México.

Estas políticas punitivas desafían las leyes internacionales y de los EE.UU., al obstruir el derecho a solicitar asilo. También exponen a los solicitantes de asilo que se encuentran en situaciones extremadamente vulnerables –como todos los que se describen en este informe– a un mayor riesgo de violencia y trauma.

“Las políticas de asilo de la administración de Trump están agravando el trauma para gente ya traumatizada”, dijo Mary Cheffers, médica de la Facultad Clínica en la Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California (USC). “Devolver u obligar a los solicitantes de asilo a esperar en México pone en peligro sus vidas y resulta en un estresante catastrófico para su salud física y mental”.

El informe de PHR hace una serie de recomendaciones detalladas destinadas al gobierno de los EE.UU., el Congreso de EE.UU., los estados miembros de las Naciones Unidas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos así como los gobiernos de El Salvador, Honduras, México y Nicaragua. Específicamente, Physicians for Human Rights pide a los Estados Unidos, que:

  1. Asegure que el derecho a solicitar asilo esté protegido y que el proceso de asilo en los Estados Unidos sea seguro, predecible y transparente;
  2. Ponga fin a todas las prácticas que prohíben la protección de los solicitantes de asilo dentro de los Estados Unidos, como la práctica de la “medición”, los Protocolos de Protección de Migrantes y la Regla de Asilo de los Terceros Países;
  3. Elimine cualquier programa que permita a los agentes de la patrulla fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) realizar “entrevistas de temor creíble” a los solicitantes de asilo y garantizar que solo los oficiales de asilo capacitados y con recursos apropiados examinen los casos de los solicitantes de asilo;
  4. Detenga el uso de aranceles, sanciones comerciales, ayuda extranjera u otras medidas para presionar a los países a celebrar acuerdos de “terceros países”, especialmente si estos países no pueden proporcionar seguridad o protección legal efectiva a los solicitantes de asilo;
  5. Coopere con los mecanismos regionales e internacionales de vigilancia de los derechos humanos a través de las Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Citas adicionales de solicitantes de asilo incluidas en el informe “Si volviera, no sobreviviría”:

  • Él siempre me decía que me iba matar si no me iba con él. (…) Él me decía que me iba a matar y me iba a enterrar, eso me decía.”. –Adriana, * niña de 16 años de El Salvador (caso 1), que escapó de una relación abusiva con un pandillero que la agredió físicamente durante su embarazo, causándole la pérdida del mismo.
  • Me da miedo. Creo que me pasaría algo. Creo que nos matarían a mí y a mis padres. – Antonio, * niño hondureño de ocho años (caso 17), que fue atacado por dos hombres con un machete y mostró síntomas de TEPT y ansiedad, así como somatización, por lo cual la angustia psicológica se manifiesta como dolencias físicas y problemas de atención.
  • “A la mayoría de los chicos, los entregan [a sus familias] muertos y en bolsas negras. Y eso que tenían una gran suerte porque a la mayoría también terminaban con la familia. [Si volviera a El Salvador], creo que no podría sobrevivir.Benjamín, hombre de 18 años de El Salvador (caso 3), que fue secuestrado y golpeado por la policía, dejándolo con lesiones evaluadas por PHR como consistentes con su testimonio.
  • Ya han quemado gente viva. Les ponen ropa, bastante. Los amarran con alambre y los bañan de gasolina…No me dejé capturar porque, si me agarran, me hubieran quemado vivo.” – Jorge, * hombre hondureño de 60 años (caso 9), cuyos familiares fueron reclutados por una pandilla y recibieron amenazas de muerte después de denunciar a las autoridades la violencia de las pandillas.
  • “Tenía moretones en los hombros donde me sujetaron. Tuve dolor en el abdomen durante tres días y en el estómago durante todo el embarazo… Si le hubiera dicho a alguien, los miembros de la pandilla me habrían descubierto y matado.” -Jimena, * mujer hondureña de 21 años (caso 8), quien fue violada por miembros de una pandilla después de que su esposo se negó a unirse a la misma.

Las descripciones completas y las evaluaciones clínicas de todos los casos están disponibles en el informe (página 30).

Physicians for Human Rights (PHR) is a New York-based advocacy organization that uses science and medicine to prevent mass atrocities and severe human rights violations. Learn more here.

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